Características: cuerpo fuerte y anguiliforme con aberturas branquiales en forma de ranura que llegan hasta la cara ventral. Aleta pectoral puntiaguda (17-20 radios). Las aletas dorsal, caudal y anal unidas por crecimiento para formar una aleta continua. Ojos ovales; boca ancha que llega hasta la mitad del ojo; mandíbula superior algo prominente. Piel desprovista de escamas. Inserción de la aleta dorsal sobre la punta de la aleta pectoral (en la anguila, mucho más atrás).

Color: dorso grisáceo o tirando a negro, con reflejo azulado; cara ventral blanquecina.

Longitud: máx 3 m (hembras, 65kg.)

Distribución: Atlántico noroiental, hacia el sur hasta las islas Canarias; mar del Norte, canal de la Mancha; en el mar Báltico son escasos;  Mediterráneo. Sobre todo en costas rocosas, ocasionalmente también en fondos de arena o en los viejos cascos de barcos hundidos, a 0-100 m de profundidad.

Modo de vida: peces voraces solitarios que durante el día suelen quedarse en las grietas y cavidades donde viven; al atardecer y durante la noche salen a la captura. La freza suele realizarse en mar abierto a 2000-3000 m de profundidad; uno de los lugares de freza conocidos hasta el momento se encuentra entre Gibraltar y las Azores, otra zona se sitúa en el Mediterráneo. Tras reproducirse mueren.

Número de huevos: 3-8 millones. Las larvas, a 100 – 300 m de profundidad son arrastradas por las corrientes marinas a sus zonas de pasto; la metamorfosis en ejemplares jóvenes (con una longitud de 14-16 cm) dura unos 2 años. Los jóvenes congrios crecen entonces cerca de las costas a una gran velocidad.

Alimentación: crustáceos (langostas), calamares, peces (arenques, bacalaos).